Antes de hablar de “estrategias”, algo rápido: no necesitas ser financiero, ni saber fórmulas raras. Lo que sí necesitas es tener claro quién debe, cuánto debe y qué vas a hacer si se atrasa.
Piensa estas 5 estrategias como “reglas de la casa” para tu negocio de préstamos. Si las aplicas, vas a notar menos desorden, menos vueltas en vano y más dinero regresando a tiempo.
1. Ordena tu cartera antes de querer crecer
A veces queremos prestar más porque “hay demanda”, pero la casa por dentro está hecha bolas: clientes duplicados, abonos perdidos, intereses mal anotados, etc. Y ahí es cuando todo se sale de control.
La regla es simple: primero orden, luego crecimiento.
Empieza por cosas muy básicas:
- Ten un registro único por cliente (nombre completo, teléfono, domicilio, quién lo recomendó).
- Define un folio o código para cada préstamo (nada de “el préstamo de Don Chuy”).
- Deja de anotar abonos en papelitos sueltos; que todo quede en un solo lugar.
Con CrediManager, esa parte la puedes resolver en minutos: cada cliente, cada préstamo y cada abono quedan amarrados en la app, no en tu memoria.
Tip rápido: dedica una tarde a migrar tus clientes y préstamos actuales a CrediManager. Una vez que todo está dentro, cada nuevo préstamo ya entra “limpio”.
2. Pon reglas claras desde el día uno
Muchos problemas de cobranza no son por mal cliente, sino por mal acuerdo. El clásico: “yo pensé que me ibas a dar chance” o “no sabía que el atraso generaba más interés”.
Desde el primer momento, deja claras cosas como:
- Fechas exactas de pago (día y frecuencia).
- Qué pasa si se atrasa (interés moratorio, recargo, reestructura, etc.).
- Qué canal usarás para recordatorios (WhatsApp, llamada, visita).
Lo ideal es que esto quede por escrito y, mejor aún, registrado en tu sistema. En CrediManager puedes ver de un vistazo qué préstamos están al corriente y cuáles ya se pasaron de la raya.
Ejemplo de frase que puedes usar al entregar un préstamo:
“Mira, te presto $5,000. Pagas cada viernes $500, durante 12 semanas. Si un viernes no puedes, avísame antes, y vemos si movemos la fecha; pero si no hay aviso, sí se genera interés extra. Todo esto lo tengo anotado en mi sistema, para que no haya malas interpretaciones.”
3. No prestes a ciegas: usa historial y referencias
No se trata de desconfiar de todos, pero sí de prestar con criterio. Una cosa es apoyar, otra es aventar el dinero sin ver a quién.
Algunas ideas sencillas:
- Pregunta siempre quién recomienda al cliente (y anótalo).
- Registra si ya te ha quedado mal antes y por qué.
- Ten un pequeño “semáforo”: verde (siempre cumple), amarillo (se atrasa pero paga), rojo (problemas graves).
Con el tiempo, tu cartera se va “limpiando sola”: más clientes verdes, menos rojos. Y eso se nota directo en tu bolsillo.
4. Automatiza recordatorios y rutas de cobro
Si dependes solo de tu cabeza para recordar quién paga hoy, quién mañana y quién ya se atrasó, tarde o temprano se te va a escapar alguien.
Aquí es donde la tecnología te salva horas:
- Revisa cada mañana una lista de “quién paga hoy”.
- Ten claro el mapa de rutas si cobras en calle (zona norte, zona centro, etc.).
- Manda recordatorios amistosos antes de la fecha, no solo cuando ya se atrasaron.
CrediManager te ayuda a ver qué clientes toca visitar, cuánto deben y qué ruta te conviene hacer primero. Menos vueltas, más cobros efectivos.
5. Mira tus números cada mes, no solo cuando falta dinero
Muchos negocios de préstamos van “al tanteo”: mientras haya efectivo en la bolsa, sentimos que todo va bien… hasta que un día ya no alcanza ni para prestar ni para cobrar.
La idea es tener un momento fijo al mes para revisar:
- Cuánto dinero prestaste.
- Cuánto dinero regresó.
- Cuánto se atrasó (y desde hace cuánto).
- Qué tanta ganancia real estás generando.
Si llevas esto en Excel todavía, puede funcionar; pero con CrediManager puedes ver resúmenes y listas mucho más claras, incluso desde el celular.
Checklist rápido para aplicar estas 5 estrategias
Para que esto no se quede en “qué buen artículo” y sí se vuelva acción, aquí tienes un checklist corto:
- ☑ Registrar a todos tus clientes en un solo lugar.
- ☑ Definir reglas claras de pago y atraso, y contarlas desde el día uno.
- ☑ Anotar quién recomendó a quién y cómo se ha portado cada cliente.
- ☑ Tener una rutina diaria de revisión de cobros (quién paga hoy, quién se atrasó).
- ☑ Darte un “espacio de cierre” al mes para revisar números, no solo sobrevivir al día a día.