Vamos a quitarle lo complicado al tema: una tasa de interés justa y competitiva es la que te permite:
- No regalar tu dinero.
- No ahorcar al cliente.
- Mantener tu cartera sana (la menor cartera vencida posible).
No se trata de cobrar “barato” ni “caro” porque sí, se trata de cobrar con lógica. Aquí tienes una guía paso a paso, sin lenguaje rebuscado.
1. Entiende tus costos antes de poner cualquier tasa
Antes de decidir si vas a cobrar 5%, 10% o 15% mensual, necesitas saber cuánto te cuesta realmente prestar. No solo es el dinero que prestas, también incluye:
- Tu tiempo (visitas, mensajes, seguimiento).
- Transporte o gasolina.
- Personal (si pagas cobrador o apoyo administrativo).
- Morosidad esperada (gente que sabemos que se va a atrasar o no va a pagar todo).
Si cobras una tasa muy baja y no consideras estos puntos, puedes sentir que “hay mucho movimiento” pero al final del mes el dinero no alcanza, porque nunca cargaste tus verdaderos costos.
Con un sistema como CrediManager puedes ir viendo, con el tiempo, cuánto prestas vs cuánto recuperas, y eso te ayuda a ajustar tus tasas con base en la realidad, no en lo que “se usa por ahí”.
2. Define qué tipo de cliente quieres y qué riesgo estás tomando
No es lo mismo prestarle a:
- Empleados con nómina fija.
- Personas con negocio estable.
- Clientes muy informales que dependen del día a día.
Mientras más riesgo, más alta debe ser la tasa para compensar los atrasos y los posibles impagos. Eso no es maldad, es matemática básica.
Puedes, por ejemplo, tener:
- Tasa A para clientes muy puntuales y de bajo riesgo.
- Tasa B para clientes nuevos o con historial más flojo.
CrediManager te permite tener bien separado quién es quién, y ver con datos en qué tipo de cliente se te está yendo más dinero.
3. Compara tu tasa con el mercado (pero sin copiar a ciegas)
Es normal querer saber “en cuánto están los demás”, pero el error está en solo copiar. Mejor úsalo como referencia:
- Si estás muy por debajo, puedes estar dejando dinero en la mesa.
- Si estás muy por encima, puede que por eso tu cartera se esté llenando de atrasos.
La idea no es cobrar lo que todos, sino entender dónde te quieres posicionar: más accesible, más premium, solo nómina, solo negocio, etc.
4. Haz números sencillos: ¿cuánto termina pagando tu cliente?
Antes de ofrecer cualquier tasa, es clave que tú mismo veas el cuadro completo:
- Si presta 5,000, ¿cuánto va a pagar al final?
- ¿En cuántas semanas o meses?
- ¿Cuánto es el abono por semana/quincena/mes?
Si tú mismo ves el ejemplo y dices: “esto ya se ve pasado”, tu cliente también lo va a sentir abusivo.
Lo ideal es que puedas hacer estos cálculos de forma rápida:
- Cuánto prestas.
- Cuánto cobras de interés en total.
- Cuánto es el pago periódico.
Ahí es donde CrediManager te ayuda: al ver tus créditos activos, abonos y saldos, te das cuenta si tus clientes sí están pudiendo con los pagos o si tu tasa/plazo los está ahogando y por eso se atrasan.
Tip rápido: si la mayoría de tus clientes va bien, tu tasa/plazo están sanos. Si casi todos se atrasan, más que “son malos pagadores”, probablemente tu tasa o tus plazos no están bien diseñados.
5. Evita dos extremos: regalar tu dinero o quemar tu nombre
Hay dos errores comunes:
- Tasa demasiado baja: trabajas, prestas, corres riesgo… y al final ganas muy poco.
- Tasa demasiado alta: a corto plazo parece que ganas mucho, pero a mediano plazo tu cartera se llena de atrasos y tu reputación se va abajo.
Una tasa justa y competitiva está en medio: cubre costos, te deja ganancia y el cliente la puede pagar sin vivir ahogado.
6. Apóyate en tu sistema para ajustar, no en “sensaciones”
La ventaja de usar una app como CrediManager es que dejas de manejar tu negocio por corazonadas. Puedes ver, por ejemplo:
- Cuánto has prestado en total.
- Cuánto se ha recuperado.
- Cuánto se te está quedando en cartera vencida.
Si tu cartera vencida es muy alta, puedes:
- Ajustar tasas.
- Cambiar plazos.
- Ser más selectivo en a quién le prestas.
Lo importante es que no te quedes con la primera tasa que se te ocurrió. Ve midiendo, ajusta y vuelve a medir.
Ejemplo sencillo para aterrizar la idea
Imagina que prestas $5,000 y decides que el cliente va a pagar en 10 quincenas. Solo por ejercicios de idea:
- Monto prestado: $5,000
- Monto total a pagar: $6,500
- Pago por quincena: $650
Revisa si esas 10 quincenas de $650 son realistas para tu tipo de cliente. Si la mayoría se te atrasa, quizá necesitas:
- Bajar un poco la tasa.
- O mantener la tasa, pero alargar un poco el plazo.
Al registrar tus créditos en CrediManager y ver cómo se comportan, te vas dando cuenta de qué combinaciones sí funcionan en tu realidad.